La Fundación Hospitalidad Santa Teresa es una institución histórica, muy conocida en Cartagena por la gran labor que ha venido realizando por más de 100 años: dar acogida a aquellas personas que más lo necesitan. La Fundación lleva desde 1916 ayudando a personas sin hogar y transeúntes, personas que se encuentran en una situación de exclusión social y extrema vulnerabilidad, pues no cuentan con los recursos y el apoyo necesario para salir adelante.
Hospitalidad Santa Teresa cumple una función esencial en la vida de cientos de personas, pues no solo les reciben con los brazos abiertos, ofreciéndoles un lugar acogedor donde puedan ver sus necesidades más básicas de alimento, higiene, descanso y, sobre todo, seguridad cubiertas; sino que, además, llevan a cabo talleres e iniciativas de intervención social para conseguir darles una segunda, e incluso tercera, oportunidad.
Pero su labor social no termina ahí. La Fundación también cuenta con un comedor social que ayuda a alrededor de 700 personas al año, poniendo su granito de arena en la erradicación del hambre en la ciudad de Cartagena. Su compromiso con la sociedad es total, trabajando día a día para ayudar a quienes más lo necesitan, sin excluir a nadie, porque su objetivo es uno: “ayudar de corazón a corazón”.
La solidaridad da fuerza al trabajo de la Hospitalidad Santa Teresa, un valor que nos movió en Leroy Merlin a ofrecerles nuestra ayuda y unir fuerzas para, así, mejorar la calidad de las personas residentes en el Albergue de la Fundación, situado en el Barrio de San Antón en Cartagena, Murcia. En esta ocasión, la principal necesidad se encontraba en el aseo. Tras largos años de uso, los aseos del albergue se encontraban obsoletos, muy deteriorados y no se adecuaban a las necesidades de adaptabilidad de los usuarios. Además, quisimos ayudarles a aumentar la capacidad de ofrecer alimento a los usuarios ofreciéndoles un horno para el comedor social.
Cuando realizamos una colaboración, proyecto de acondicionamiento o donación de material, no sólo pensamos en los recursos necesarios, el presupuesto, los plazos, las medidas… sino también en las personas. Personas para quienes un aseo cómodo, adaptado y luminoso significa mucho más que una mejor higiene, sino también autoestima, dignidad, seguridad y, especialmente, felicidad. Personas que, gracias a nuestro pequeño aporte, dispondrán de un plato caliente todos los días. Pero también, en las personas que trabajan en la Fundación, comprometidas con la construcción de una sociedad mejor a través de la ayuda a quienes más lo necesitan.
Hay una cosa muy especial de la que siempre nos damos cuenta y es que, al final, ellos también nos dejan su huella. Para Sonia Salvador, Técnica de RRHH de Leroy Merlin Cartagena, este era su primer proyecto. Relata con entusiasmo lo que ha supuesto participar en este proyecto de voluntariado corporativo: “fue un proceso muy bonito, me encantó poder formar parte de esta labor tan importante. Ver cómo los usuarios disfrutan de lo que hemos construido y darnos cuenta de cuánto hemos hecho por ellos con algo tan cotidiano como es el aseo nos demostró lo importante que era lo que estamos haciendo”.
Pero nuestra colaboración no quedó ahí. Durante el tiempo en el Albergue conocimos otras necesidades, muchas que trascendían lo material y en Leroy Merlin extendimos la colaboración. Les ofrecimos luces led para poder iluminar los espacios de la Fundación, contribuyendo a crear un espacio más seguro, y organizamos talleres de sensibilización medioambiental. Estos talleres fueron todo un éxito, “les encantó y pasamos muy buen rato con ellos”, expone Sonia. Tenían un propósito que va más allá de promover los valores de desarrollo sostenible que compartimos: ayudarles a salir de la rutina, a disfrutar del tiempo en compañía y aprendiendo. Tal ha sido el impacto positivo, para ellos y nosotros, que, cuenta Sonia, “¡ya estamos pensando en realizar estos talleres periódicamente!”