Las graves consecuencias del cambio climático y el agotamiento de los recursos naturales están haciendo que las marcas cada vez estén tomando más conciencia de su responsabilidad.
En este sentido, el sector textil busca alternativas y materiales para frenar este impacto y poder acercarse más al concepto de moda sostenible.
La transformación del negocio textil
Diariamente se producen y se compran millones de artículos textiles de hogar y ropa en todo el mundo. Concretamente, la producción de ropa a nivel mundial ha alcanzado los 100.000 millones de prendas anuales según un estudio realizado por Greenpeace, y se prevé un aumento del 63% hasta el año 2030 como consecuencia del crecimiento del fenómeno fast fashion, donde las marcas textiles producen en un menor tiempo.
Si nos centramos en las cifras de nuestro país, según la Asociación Ibérica de Reciclaje Textil, se producen anualmente más de 800.000 toneladas de desechos textiles que acaban directamente en los vertederos. No sólo eso, si no que un porcentaje muy bajo de este material es reciclado y se utiliza para la confección de nuevos tejidos. Esto supone una gran pérdida de dinero, además de un importante impacto sobre el medioambiente.
A todos estos datos, se le suma el impacto medioambiental de la fabricación de la tela. De ahí que surja la necesidad de promover iniciativas de producción sostenible de ropa unido a la concienciación ecológica de la población.
Recientemente han ido naciendo marcas de moda sostenible que promueven la producción local, no masificada y con materiales biodegradables, con el objetivo de reducir estos efectos a través del concepto de la moda sostenible. Los gigantes textiles, también están empezando a apostar por el reciclaje con nuevos proyectos para los próximos años.
A estas empresas, se une la Unión Europea, que obligará a los Estados miembro a la recogida selectiva de sus residuos textiles para el año 2025.
La moda sostenible, una alternativa sustentable a la moda convencional
Todos podemos pensar que muchas veces la moda ha estado reñida con el medio ambiente, pero, ¿quién ha dicho que no se pueden llevar bien?
La moda sostenible, cada vez es más demandada por los consumidores, pretende entender el negocio textil de una manera más saludable.
Para ello, es necesario que se cumpla con una serie de criterios de valor que buscan avanzar en los procesos de fabricación de los tejidos con el objetivo de ser más respetuosos con el medioambiente y mejorar el bienestar de la sociedad:
1. Minimizar el impacto sobre el medio ambiente a través del empleo de materiales fácilmente reciclables y prevención de la contaminación.
2. Garantizar los derechos humanos y laborales de las personas que trabajan en la empresa con buenas condiciones contractuales.
3. Instaura la economía circular.
4. Conservar y utilizar eficientemente los recursos naturales que se necesitan para fabricar la ropa.
Cada día, más diseñadores y marcas apuestan por la moda sostenible: Boutiques, tiendas pequeñas, ferias de artesanía, o incluso tiendas online están introduciéndolas en su oferta de productos.
De este fenómeno surgen otras iniciativas que quieren apostar por una industria más comprometida con la estabilidad del planeta. Aquí os presentamos una de las más destacadas hasta el momento: La fabricación de tejidos a partir de materiales plásticos rescatados de los espacios marinos.
Telas hechas con materiales plásticos
Desde que el plástico se empezó a popularizar en el año 1950, se han generado más de 8.000 millones de toneladas de estos materiales a nivel mundial y casi el 40% de ellos son destinados a envases o envoltorios de un único uso, muchos de ellos terminando en el mar. De ahí surge la importancia de encontrar una forma que ayude a su reutilización.
La fabricación de telas a partir de botellas de plástico es una fantástica idea para reciclar estos materiales y evitar su acumulación en los océanos. Con 3 envases de 2,5 litros, podemos conseguir una cantidad aproximada de 1 metro de tela. Así, empresas como Hispano Tex están desarrollando procesos centrados en la fabricación de tejidos reciclados a partir de estos materiales para la posterior confección de cortinas, cojines, etc. y conseguir así un mundo más sostenible y mejor para futuras generaciones.
Proceso de reciclado para fabricar telas a partir de plásticos
Los envases de plástico, como las botellas de agua o las latas de refresco, están hechos de PET (Tereftalato de polietileno), un componente que puede convertirse en fibra e hilo de poliéster de gran calidad si se realizan los procesos adecuados de filtrado, limpieza y polimerización.
Os mostramos a continuación el proceso que se lleva a cabo para su convertir los desechos plásticos provenientes de los océanos en materia prima para la fabricación de telas:
- En primer lugar, se extraen los residuos plásticos del mar.
- Después se separan los materiales que nos interesan (en este caso, las botellas de plástico) para su posterior reciclado.
- Las botellas de plástico son troceadas en pequeñas astillas.
- Estas astillas se calientan y se funden para formar pequeños copos.
- Se obtiene hilo 100% reciclado que es tejido para producir las telas resultantes.
Beneficios para el medioambiente
Como podéis imaginar, las ventajas medioambientales que ofrece este proceso de fabricación son enormes siempre y cuando se respete el uso de recursos y se haga da una manera sostenible.
Sabemos que los materiales plásticos generan una gran cantidad de residuos que tardan mucho tiempo en biodegradarse, pero a partir de estos procesos se consigue reducir el tiempo de biodegradación y por tanto, el impacto ambiental es menor.
Además, se evita utilizar recursos naturales que no sean renovables y se disminuye el consumo energético. Al consumir menos combustibles fósiles, la cantidad de CO2 en la atmósfera es menor y se reduce el efecto invernadero.
Continúa en nuestro blog Demos vida a un hábitat mejor