El tomate es, sin duda, una de las maravillas de nuestra cocina mediterránea. Sano, fresco, versátil, sabroso... ¿Sabroso? Sí, sobre todo si los plantas en tu propio huerto. Si eres un tomateadicto y estás pensando seriamente en comenzar a producirlos tú mismo, estas son algunas reglas de oro para conseguir los mejores tomates y alegrar tus platos:
1. Elige semillas autóctonas
Aprovecha y busca variedades locales: lo más sencillo es localizar productores locales, redes de semillas o viveros cerca. Las variedades autóctonas suelen ser más resistentes a enfermedades y plagas. Además, así podrás elegir tomates ecológicos. Sino, siempre puedes comprar unos tomates y conseguir las semillas tú mismo.
2. Elige un sitio con sol y aire fresco
Las tomateras deben recibir entre 6 y 10 horas de sol al día. No olvides dejar espacio entre las plantas para que corra el aire.
3. En la variedad está el gusto
Si lo que quieres es disfrutar de los tomates, hazlo como un auténtico gourmet: planta diferentes variedades para poder probar y comparar.
4. Elimina los chupones
A las tomateras les suelen salir unas ramitas que no dan fruto entre rama y rama. Procura eliminarlas para que sean más productivas.
5. Vigila los riegos
Mantén la tierra húmeda y asegúrate de que haya un buen drenaje. ¡Y riega únicamente en la tierra!