- Los hábitos alimenticios de un occidental medio provocan la pérdida de cuatro árboles al año por persona.
- Un estudio de Mighty Earth concluye que el cultivo de cacao amenaza las regiones forestales de Asia y el Amazonas.
Entre los múltiples alimentos alabados por la ciencia por sus beneficios para la salud están siempre el café y el chocolate. Al consumo moderado del primero, dicen desde Harvard, se le atribuyen bondades como una menor presión arterial, un peso saludable y un menor riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares o diabetes de tipo 2 entre otras. El segundo, siempre que sea negro y sin azúcar, se relaciona con beneficios para la función cerebral, según apunta la prestigiosa universidad. Estos dos alimentos son también de esos que generan verdadera pasión entre la población. Y lo demuestran los datos de sus mercados, que crecen significativamente cada año y se miden en miles de millones de dólares anuales: el del café asciende a los 22.440 millones; y el del chocolate, a los 44.350 millones de dólares. Y se espera que sigan creciendo como la espuma. Sin embargo, estos deliciosos manjares tienen una cara B en la que nadie piensa al llevárselos a la boca.
Un reciente estudio publicado en la revista científica Nature Ecology and Evolution asegura que los hábitos alimenticios occidentales provocan una gran pérdida de árboles al año, y el café y el chocolate parecen ser grandes responsables. Keiichiro Kanemoto y Nguyen Hoang, expertos del Instituto de Investigación para la Humanidad y la Naturaleza (Japón) y autores de la investigación, recopilaron información publicada anteriormente con respecto a la deforestación de los principales bosques del planeta y analizaron el impacto que generan los diferentes países occidentales en la pérdida del arbolado.
El estudio apunta que el consumo de bienes como el chocolate, el café, la soja o la carne de los países miembros del G7 (Reino Unido, Japón, Alemania, Francia, Italia, Canadá y Estados Unidos) supone la pérdida de cuatro árboles al año por persona. Y más del 90% de esta huella de deforestación no ocurre en estos países, sino en aquellos donde se producen este tipo de víveres, que son precisamente aquellos donde suelen estar los grandes bosques del planeta (es decir, en el trópico).
La investigación revela también, a modo de ejemplo, algunos de los vínculos directos entre los mayores consumidores de determinados alimentos y el lugar de procedencia de estos productos. Por ejemplo, el consumo de chocolate en el Reino Unido y Alemania produce deforestación en Costa de Marfil y Ghana. La ingesta de café en Alemania, Italia y Estados Unidos tiene consecuencias, principalmente, en Vietnam. La carne y la soja que consumen en Estados Unidos, la Unión Europea y China afecta directamente a los bosques brasileños…