La empresa acude a la universidad en busca de talento. En ella, docencia, investigación y transferencia de conocimiento convergen. Es, sin duda alguna, el mejor escenario donde poder encontrar la innovación que precisa y a los futuros profesionales.
¿Qué es una cátedra universitaria?
Las cátedras y aulas de empresa son un instrumento para establecer acuerdos entre la universidad y la empresa con el fin de desarrollar actividades académicas, culturales, de investigación o transferencia de conocimiento. Reguladas por la ley, son una modalidad de colaboración entre la institución universitaria y el sector productivo que permite a los estudiantes completar su formación y a las compañías estar en contacto directo con el foco generador de conocimiento.
En el caso de la Universitat Politècnica de València (UPV), el programa de Cátedras y Aulas de Empresa de la surgió hace casi 20 años. Su reglamento diferencia entre cátedras y aulas, dependiendo de la aportación económica y la duración del convenio. Las cátedras están dotadas con un mínimo de 30.000 euros anuales que aporta la empresa y tienen una duración mínima de un año y máxima de cinco, aunque pueden renovarse. Por su parte, las aulas cuentan con una aportación menor, desde 15.000 euros anuales; y la duración es de uno a tres años, también renovables.
¿Cómo es el proceso de constituir una cátedra o un aula de empresa?
La iniciativa de creación de una cátedra o un aula corresponde a la empresa, a los centros docentes, departamentos, institutos o vicerrectorados de la institución. Una vez presentada la propuesta, esta es analizada y elevada a Rectorado para su aprobación. Cada cátedra y aula cuenta con un órgano de dirección y una comisión de seguimiento encargada de aprobar el programa de actuación y la liquidación del presupuesto. En términos generales, las cátedras organizan conferencias, seminarios, talleres y jornadas de divulgación técnica, financian becas pre y post doctorales, proponen visitas a empresas, convocan premios para proyectos fin de carrera, apoyan la realización de tesis doctorales, y promueven encuentros de expertos a nivel nacional e internacional.
Una oportunidad para el conocimiento universitario y empresarial
Con este tipo de colaboraciones todas las partes resultan beneficiadas. La universidad pone a disposición de su alumnado experiencias que le permitirán ampliar su aprendizaje y obtener un mayor conocimiento del mundo empresarial. También el personal docente e investigador puede beneficiarse de esta cooperación con la participación en diversas actividades o el intercambio de conocimientos con la empresa.
Por su parte, para las compañías, la participación en este tipo de acciones, además de ser una expresión de responsabilidad social, es una oportunidad para establecer contacto con la vanguardia e investigación universitaria.
Las primeras iniciativas de este tipo en la UPV surgieron en el año 1999 y, seis años más tarde, el Consejo de Dirección acordó activar un programa específico para ello. De esta manera, se pasó de 6 a 39 cátedras activas en 2010. La UPV cerró el año 2016 con 40 cátedras y 12 aulas de empresa.