Pasamos mucho tiempo al día en el cuarto de baño, un tiempo muy importante, pero, ¿te has dado cuenta de tareas de higiene básicas que son sencillas para ti pueden ser “misión imposible” para otras personas? ¿Qué ocurre si tienes que adaptar el baño de tu hogar para una persona que tiene problemas de movilidad o alguna discapacidad física?
Hay elementos del hogar que pasan desapercibidos pero que pueden ser enormes barreras. Por eso, para facilitar la autonomía de estas personas y de sus cuidadores, es importante adaptar el baño a sus necesidades mejorando su accesibilidad.
Primer paso: La evaluación del terapeuta ocupacional
Una vez tomada la decisión de adaptar el baño, el primer paso es consultar a un terapeuta ocupacional para que lleve a cabo una valoración del propio usuario, sus características y sus requerimientos. El terapeuta ocupacional es el profesional socio-sanitario encargado de conseguir el mayor grado de autonomía en las personas con problemas físicos, psíquicos, sensoriales y sociales.
Estos profesionales evalúan de forma individual al usuario ya que dentro de una misma discapacidad, cada persona tiene unas características diferentes, unas necesidades distintas y se desenvolverá de una u otra forma en el baño. El resultado de esta valoración definirá los requisitos que tiene que tener el cuarto de baño.
3 aspectos importantes en las reformas integrales
Con los resultados de la evaluación se plantean las posibilidades más adecuadas al individuo en cuestión, es posible que haga falta una reforma integral del baño si no que quizás se pueda adaptar con dispositivos como unas barras de baño o un asiento de bañera.
Si la transformación tiene que ser integral, hay que tener 3 problemas frecuentes muy en cuenta:
- El espacio. Los cuartos de baño suelen tener las dimensiones más reducidas de la casa.
- Las puertas de los baños suelen ser más estrechas de lo habitual.
- La caída de la tubería: es posible que no nos permita enrasar el plato de ducha.
Cada caso es único y las opciones son variadas. Sin embargo, sí que se pueden tener en cuenta unas recomendaciones generales que harán cualquier cuarto de baño más accesible.
9 recomendaciones para hacer un baño más accesible
- La puerta de entrada al cuarto de baño debe ser de 80 cm de ancho, como mínimo, y preferiblemente corredera para aprovechar bien el espacio.
- En el interior del aseo se tiene que poder trazar una circunferencia de 150 cm de diámetro, aunque en determinados situaciones podrían ser suficientes 120cm, para que haya suficiente sitio de maniobra para una silla de ruedas.
- Es imprescindible que haya espacio en uno de los laterales del wc para poder posicionar la silla de ruedas en el caso de que la persona necesite transferirse.
- A los lados del inodoro tiene que haber barras de apoyo, una fija y otra abatible en el lado de la transferencia.
- Si existen espacios de transferencia a los dos lados se pondrá una barra a cada lado, ambas abatibles.
- Si la persona es usuaria de silla de ruedas, el lavamanos no debe tener pie, así facilitaremos que pueda aproximarse lo más cerca posible para llevar a cabo su higiene personal con autonomía.
- A la hora de colocar un espejo, la parte baja debe estar situada a una altura máxima de 90 cm.
- El plato de ducha tiene que ser enrasado o sumidero, sin mampara o con mampara sin rail en el suelo para facilitar el acceso de la persona en silla de ducha.
- En algunos casos lo más recomendable y seguro, es usar la silla de ducha porque no se necesita hacer transferencias y requiere menos espacio dentro del aseo ya que puede colocarse sobre el inodoro. Además, hay sillas de ducha muy estrechas en el mercado (desde 52 cm de anchura) que evitarían tener que ensanchar la puerta de acceso al baño.