Por Cadena de Valor, empresa social dedicada a la prestación de servicios especializados de consultoría social en el ámbito de la discapacidad.
Son cada vez más numerosas las personas con discapacidad intelectual que están preparadas para acceder a un trabajo y son muy variados los sectores en los que pueden hacerlo, siempre que se facilite el camino y se quiten obstáculos.
Esta realidad tiene mucho que ver con los avances tecnológicos y de las comunicaciones de las últimas décadas. Pero estos avances no serían suficientes si no existiera también una mayor sensibilización y concienciación de la sociedad en su conjunto. La Discapacidad intelectual (y en general cualquier tipo de discapacidad) ocupa pues un lugar más más valorado que antes.
Las asociaciones que prestan servicios a las personas con discapacidad intelectual juegan un papel primordial. Tienen muy buenos profesionales y el empuje de las familias, y hacen visible el valor de la diversidad.
El gran reto de estas asociaciones, sin embargo, es el de garantizar su sostenibilidad económica. Durante la crisis han sufrido mucho y la verdadera sostenibilidad pasa por la entrada de financiación desde las empresas. Ese es el desafío que hemos querido asumir desde Cadena de Valor.
Tendiendo puentes
El rol que asume Cadena de Valor es el de tender puentes entre el sector empresarial y las entidades sociales de la discapacidad, creando una “cadena de valor” en la que muchas veces también intervienen las administraciones públicas. La realización de actividades en el campo de la responsabilidad de las empresas ayuda en esa nueva manera de dialogar con sus grupos de relación (trabajadores, proveedores, el medio ambiente o las entidades sociales). El proyecto ha dado ya sus primeros frutos y se ha probado que es un modelo útil para las entidades sociales.
Estas no podrían trabajar de manera individual en la sensibilización, difusión del conocimiento o constitución de alianzas, ya que tienen que dedicar sus esfuerzos y sus recursos, siempre limitados, a las necesidades de las personas con discapacidad que atienden directamente.
En síntesis, Cadena de Valor se ha marcado como objetivo el lograr un desarrollo sostenible desde el punto de vista social, económico y ambiental, sin dejar a nadie atrás. Las fronteras y los límites entre unos y otros están cada vez más mezclados, y al final nuestro hábitat, el mundo en el que vivimos, es más multicultural, más diverso y más complejo.
La discapacidad es parte del hábitat
Las personas que la presentan tienen la necesidad de cubrir carencias muy importantes y las entidades sociales se prestan a ofrecerles soluciones útiles e inclusivas. En nuestra opinión, se trata de que ese hábitat se vuelva inclusivo y no se vea ahogado por la falta de recursos económicos. El proyecto de Cadena de Valor cuenta con todos, y es un modelo basado en la construcción de alianzas, valores y objetivos comunes.
¿Seremos capaces de conseguirlo? ¿Podremos ofrecer un mejor hábitat a nuestros descendientes gracias a la sinergia y el trabajo conjunto de empresas, entidades sociales y la propia administración? Allá en el horizonte las nubes desaparecen y luce el sol. ¡Es posible!