Berta Segura, experta en marketing y directora de Dmentes, y Eva Fernández, psicóloga en un centro educativo, nos ayudan en este episodio de Generación Futuro a comprender cómo las redes condicionan nuestro día a día y cómo podría lucir una vida sin ellas.
Conocemos las últimas noticias y tendencias al minuto, conectamos con amigos desde cualquier parte del mundo e incluso aprendemos sobre ciencia, arte o historia. Las redes sociales han traído avances que eran inimaginables hace tan solo unos años. Sin embargo, cada vez más voces advierten que un mal uso de estas plataformas puede causar graves consecuencias en la salud mental –especialmente– de jóvenes y adolescentes: favorecen las comparaciones que alimentan las inseguridades de sus usuarios, merman la calidad de las relaciones sociales e incluso pueden generar adicción.
Por esto, para el quinto episodio de Generación Futuro hemos llamado a Eva Fernández, que es psicóloga en un centro educativo y nunca ha tenido Instagram, y a Berta Segura, que es directora de Dmentes, experta en marketing centrado en la generación Z y acaba de dejar la red social.
Junto a la angustia que provocan «las comparaciones», para Segura lo peor es el algoritmo: termina mostrándonos solo lo que nos gusta sin fomentar «ni el pensamiento crítico ni el pensamiento divergente». «Desde que me quité las redes tengo mucha mejor salud mental, estoy más tranquila, disfruto más… Te hace recuperar el back to basics, disfrutas de las cosas sencillas», añade la experta en marketing.
Por su parte, Eva reconoce que con su decisión pierde información profesional o sobre «lo que está pasando en el mundo». Sin embargo, apunta que las consecuencias negativas pueden ser peores ya que, aunque no sea tan común, «la dependencia que pueden generar las redes es muy similar a la del alcohol u otras drogas, aunque no cause tanto daño físico». Y añade que «se puede no tener redes sociales y tener una gran vida social».